domingo, 29 de marzo de 2009

1. e4 e5 (Teoría del trebejo rebelde)

Estos juegos modernos realmente me rompen la cabeza, tan llenos que están de variantes, estrategias y demás. Cuando yo era mozalbete[*], con mi hermano Tarquinio y otros jóvenes del barrio nos divertíamos jugando al aeris; esto es, lanzábamos monedas al aire: mientras el pedazo de cobre giraba, habíamos de decidirnos entre "cara" (el magnífico perfil izquierdo de Marco Furio Camilo) o "cara" (su magnífico perfil derecho)[**]. El que acertaba, se anotaba un tanto. El que más tantos acumulaba luego de 534 lanzamientos ganaba la partida. Tan simple como eso.
El mayor de los jugadores anotaba en tablillas de cera los resultados según se iban dando. Esto ocasionaba un problema siempre que Tarquinio y yo competíamos con los gemelos de la casa Pinaria, Aurelio y Simposio, mayores a nosotros. Los "Acuáticos", como llamábamos a Aurelio y Simposio (pues eran iguales como dos gotas de agua), aseguraban haber salido del vientre de su madre al mismo tiempo. Para ver quién obtenía el privilegio de anotar los resultados, jugaban entre ellos al aeris, mientras mi hermano seguía la cuenta y yo fungía de espectador y juez. Luego de los 534 lanzamientos, Aurelio y Simposio estaban tan cansados que ya no querían competir contra nosotros.
Pero en todo caso, era un juego simple, no como las patrañas de estos tiempos (ver imagen). Se dice que éste proviene de un juego hindú llamado chaturanga, conocido desde antes del siglo VI en la India. Decidme ustedes, apreciadísimos lectores, para que entendáis la poca gracia del ajedrez: ¿cuándo habéis visto sonreír a un hindú? Es más, decidme: ¿cuándo habéis visto un hindú? En mi barrio sencillamente se dudaba que existieran, os cuento. Todos los rumores que llegaban de estas gentes a la pequeña aldea de Cuchliniae eran, sin duda, poco creíbles. Simposio me contó una vez que los hindúes viajaban encima de unas bestias que hospedaban en su cara una prolongación muscular en forma de cilindro. Fantasía pura.
Los teóricos de este deporte-arte-ciencia discuten asuntos tan nimios como la "evolución de la Dama". Al parecer, quien acompañaba antes al Rey era un trebejo llamado alferza, algo así como un visir, un consejero del soberano, que tenía su desplazamiento bastante coartado: se movía en diagonal, y sólo un escaque a la vez. Luego, a finales del siglo XV, alguna feminista sustituyó a la alferza por la Dama (o Reina), y le dio facultades casi sobrehumanas: la de moverse en todas las direcciones con alcance ilimitado, metiéndose y saliendo de cualquier rincón a la velocidad del rayo, como rumor de cortesana. Vaya pieza tramposa; el peón la puede perseguir toda la vida que no la alcanza ni en sueños[***].
Discuten, asimismo, la prevalencia de una variante de la apertura por sobre otra, todas con sus subvariantes: la Apertura Ruy López, el Gambito de Dama, la Apertura Reti, la Defensa Benoni, la Defensa Siciliana, la Defensa Caro-Kann... ¡Dejadme de joder con tan insignificante perorata! Como dicen en mi aldea, carum vel carumm; es decir, a fin de cuentas, todo se reduce a cara o cara: o gana uno o gana el otro.
"Pero el ajedrez refleja la grandeza de la táctica bélica, de la estrategia guerrera", argumentan los más acendrados defensores del ajedrez. Si quiero meterme en eso, entro a la milicia, ¿no? No me voy a quedar sentado en un banco de plaza jugando con piezas de madera contra un anciano cojo... Además, mucho discuten pero todavía ningún Gran Maestro me ha roto el invicto en los predios ajedrecísticos de La Carolina.
----------
.
[*] No empleo el término "imberbe" porque aun después de 2 300 años de nacido, no tengo un pelo de tonto en la cara.
[**] En latín, el lado de la moneda que mostraba el lado izquierdo del gran general se pronunciaba carum; aquel en que estaba impreso el derecho, carumm (acentuando la última consonante). Esto daba lugar a terribles contiendas entre competidores, que aseguraban haber dicho claramente carum o carumm según el perfil que saliera.
[***] Sobre el peón de ajedrez, en estos tiempos liberales se discute si es o no un precursor de la homosexualidad: fíjese que su máximo logro es llegar al último escaque, dejar de ser carne de cañón y convertirse, sí, en toda una Dama.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Thanks on your marvelous posting! I actually enjoyed reading
it, you might be a great author.I will remember to bookmark your blog and
will come back sometime soon. I want to encourage you to definitely continue your great job,
have a nice holiday weekend!

my web page; Online pay day loans